Diccionario de Chigre I. Hoy: Chigre

Como en Asturias de Bares nos consta que no todos nuestros visitantes habéis nacido o pacéis en las verdes tierras de Don Pelayo, hemos pensado en escribir una suerte de diccionario chigrero en fascículos. Así, cuando vayáis a un «chigre» de la región y oigáis a la gente decir cosas como que la sidra «espalma bien» o que «ye meona», no os llevéis un susto pensando en qué demonios os han puesto de beber. Además, en este blog muchas veces echamos mano de estos términos chigreros por lo que no viene mal teneros bien documentados para que su lectura no resulte demasiado críptica para los «foriatos».

No se nos ocurre mejor manera de comenzar este «diccionario» que, precisamente, con la palabra Chigre. El chigre, en su acepción original, es un artilugio naval con una palanca que enrolla un cabo. La historia, o más bien leyenda, de cómo un ingenio de las artes naúticas acabó sirviendo de sinónimo en Asturias a bar, sidrería o tasca es, cuanto menos, curiosa.

Origen del término

Un paisano, según unas fuentes de Gijón y según otras de Ribadesella, se encontraba en las inmediaciones de una sidrería o tienda, pues de aquella todavía existían muchísimas tiendas-bar en Asturias, cuando se percató de los esfuerzos titánicos que la dueña (aún no chigrera) tenía que hacer para descorchar cada botella.

El paisano se puso manos a la obra y diseñó, a partir de la idea que sacó de un chigre naval ya «jubilado», un mecanismo muy parecido para ahorrarle esfuerzos a la, ahora ya sí, chigrera. El ingenio cayó bien entre los parroquianos, que comenzaron a referirse a la sidrería como «esa donde ta el chigre». Sea leyenda o verdad, estamos ante una de esas historias que, de tan buena que es, si no es cierta bien merecería serlo.

Definición formal

Volviendo al concepto de tienda-bar que era tan típico antaño en Asturias, la definición que la RAE hace de chigre, en su acepción no-naval, es la siguiente: 1. m. Ast. Tienda donde se vende sidra u otras bebidas al por menor. Vemos, pues, que los académicos de la lengua conceden cierta verosimilitud, aunque sea tangencial, a la historia antes citada.

Características

Pese a lo visto hasta ahora, no todo chigre es una sidrería ni tampoco toda sidrería es un chigre. Por poner un ejemplo, el Mare Nostrum (del que ya hablamos aquí) entra, al menos desde el criterio de quien esto escribe, en la categoría de chigre sin haberse escanciado jamás un culín de sidra entre sus paredes. Sin embargo, una sidrería como Mater Asturias (por ejemplo), no es para Asturias de Bares un chigre, stricto sensu.

En uso coloquial, los asturianos muchas veces hablamos de «quedar en el chigre», cuando vamos a nuestro bar de reunión habitual, que no tiene que servir sidra por definición. Un chigre, sirva lo que sirva, lo es cuando atesora ciertas características que, muchas veces, son inmateriales. Un chigre es chigre cuando su dueño tiene un carisma innato. Una amabilidad y cercanía que hace que te sientas cómodo. Además debe conocer los gustos de su clientela con total detalle. Por otra parte, la estética del chigre es tradicional, su decoración ha de ser producto de años de diseño y rediseño; ha ido evolucionando de la mano del tiempo, no de una empresa que te pone el bar monísimo en cuatro días. Un chigre también puede servir comidas, pero no es una condición sine qua non.

Conclusión

Dicho esto, mucha gente emplea el término chigrero, trístemente, como sinónimo de desagradable, taimado, que no sabe tratar a los clientes y trata de engañar (un babayu, vamos). Desde Asturias de Bares reivindicamos la dignificación del chigre y los chigreros como elemento integrador de la sociedad asturiana. Sirva esta entrada para lograrlo.

3 comentarios en “Diccionario de Chigre I. Hoy: Chigre

  1. Toy entó d’acuerdo contigo rapaz, pos ansina me lo contó mi güelu . Munches gracies por reivindicar lo Asturiano y dejalo plasmao pa la posteridá
    Chisqueru.

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